¿Cuánto sabes sobre la tiña en perros?
La tiña, también conocida como dermatofitosis, es una enfermedad de la piel que puede presentarse en gran parte de los seres vivos. De hecho, es una de las enfermedades dérmicas más habituales en perros, y está causada por diferentes tipos de hongos que se alimentan de queratina, una proteína abundante en el pelo, las uñas y la piel.
Aunque existen más de 50 especies de hongos dermatofitos, a continuación, puedes descubrir las 3 que afectan más comúnmente a los perros:
- Microsporum canis
- Microsporum gypseum
- Tricophyton mentagrophytes
¿Cuáles son los signos clínicos de la tiña?
Durante la infección, la piel se caracteriza por presentar enrojecimiento, picazón intensa y descamación.
La tiña recibe su nombre por su apariencia, es decir, por los signos que se observan en el paciente. Durante la infección, la piel se caracteriza por presentar enrojecimiento, picazón intensa y descamación. Las lesiones en forma de anillo son también muy comunes, así como la caída del pelo o alopecia.
Si bien es cierto que es posible observar tales signos cutáneos en cualquier lugar del cuerpo, típicamente se localizan en la cara, orejas, laterales del cuerpo y cola.
Otras de las lesiones habituales son:
- Pelos rotos
- Costras
- Manchas rojas elevadas, sin pelo
- Espinillas
- Zonas donde la piel se observa más oscura y engrosada
¿Cómo se contagia la tiña?
En primer lugar, es importante recalcar que la tiña en perros es una enfermedad altamente contagiosa y de carácter zoonótico, es decir, que pueden transmitirse de humanos a otros animales y viceversa. Afortunadamente, la mayoría de humanos adultos con un buen sistema inmunitario no suelen desarrollar la enfermedad causada por los hongos característicos de los animales. Sin embargo, los niños, ancianos y personas con el sistema inmune comprometido son más susceptibles. Por este motivo, las personas más vulnerables deberían mantener cierta distancia con los animales que presentan dicha enfermedad.
Es importante destacar que, si tu perro está infectado con dermatofitos, será contagioso hasta que se le trate o su sistema inmune elimine la presencia de parásitos. E incluso bajo los efectos del tratamiento, puede seguir siendo contagioso durante 3 semanas aproximadamente.
Estos hongos pueden vivir en la piel, en superficies o en cualquier objeto, y las esporas pueden ser infectivas en el ambiente durante más de 18 meses.
Además, en algunos casos, es necesario realizar varias rondas de tratamiento, sobre todo si el hongo sigue presente en el entorno del animal. Estos hongos pueden vivir en la piel, en superficies, en el suelo o en cualquier otro objeto, como la ropa, las toallas o las sábanas. De hecho, las esporas (células que participan en la reproducción de los hongos) pueden ser infectivas en el ambiente durante más de 18 meses.
¿Cómo se trata la tiña en perros?
La tiña es una enfermedad molesta, pero es relativamente fácil de tratar. La buena noticia es que esta infección, cuando ocurre en perros sanos, suele ser autolimitante, es decir, cesa por sí sola sin la necesidad de tratamientos. Ahora bien, si sospechas que tu perro puede estar sufriendo dermatofitosis o ha podido verse expuesto a ella, es recomendable que acudas a tu veterinario/a. De esta forma, podrás obtener un diagnóstico precoz e implantar el plan terapéutico necesario para eliminar la infección lo antes posible y evitar contagios a otras personas o animales.
Los tratamientos suelen consistir en:
- Medicación: generalmente, se basa en una combinación de tratamientos orales y tópicos antifúngicos (cremas, lociones, champús) para acortar la duración de la terapia y reducir el riesgo de contagio a otros animales o personas.
- Duración del tratamiento: esta puede abarcar desde algunas semanas hasta varios meses, en función de la gravedad de la infección. Además, el tratamiento suele prolongarse durante una o dos semanas más a partir de la desaparición de los signos y siempre y cuando las dos últimas pruebas diagnósticas de tiña hayan resultado negativas.
- Cuarentena: para ayudar a reducir el contagio, es importante que limites la movilidad de tu perro a una única habitación que pueda ser fácilmente saneada y que no sea accesible para otros animales. Idealmente, escoge una habitación que disponga de ventanas para poder airearla y mantener la ventilación necesaria. En su defecto, otra posibilidad sería limitar la movilidad de tu perro a un recinto cerrado dentro de casa. El objetivo de la cuarentena es evitar la dispersión del hongo presente en la piel y el pelo, de forma que haya menos objetos que desinfectar y sea más fácil mantener protegidos al resto de miembros de la familia. En el momento en que sea necesario sacar a pasear a tu perro o realizar otros movimientos, es fundamental evitar que entre en contacto con otros animales, elegir la ruta más corta hasta la puerta de salida y asegurarte de que sea fácil de limpiar posteriormente. Recuerda sanear y desinfectar las zonas por las que haya pasado tu perro.
- Equipo protector: el uso de guantes es altamente recomendable mientras tu perro esté bajo tratamiento, ya sea mientras lo alimentas, lo medicas o limpias el espacio en el que se encuentra. Complementariamente, trata de andar por la zona de cuarentena con unos zapatos que puedas dejar dentro, y que no circulen por el resto del hogar.
- Acicalamiento: si la zona afectada de la piel es muy pequeña o se limita únicamente a una o dos localizaciones, algunos veterinarios recomiendan cortar el pelo de alrededor para prevenir que la infección se propague al ambiente a través del contacto directo. Para mayores zonas de infección, la recomendación consiste en rasurar el pelo de todo el cuerpo, así como usar tratamientos antifúngicos como los champús y las lociones.
- Baño: pide consejo a tu veterinario/a, quien te recomendará el champú antifúngico más adecuado para tu compañero peludo. Necesitarás lavarle unas 2-3 veces por semana, y asegurarte de dejarle el producto puesto durante 15 minutos. ¡No olvides usar los guantes durante el baño, y lávate bien las manos cuando acabes!
- Saneamiento: mantener la desinfección durante todo el tiempo que dure el tratamiento es fundamental, así como aplicarla también en aquellas zonas donde tu perro haya podido estar antes de ser diagnosticado de dermatofitosis. Barre o aspira y friega diariamente la zona de cuarentena con una solución de cloro diluido en agua para poder así eliminar la presencia de hongos. Y si es posible, saca a pasear a tu perro mientras dicha zona se seca y se airea.
Es indispensable mantener la limpieza incluso después de que tu perro haya finalizado su tratamiento.
Si el tratamiento se detiene antes de tiempo o las áreas de cuarentena y el hogar no se desinfectan de forma regular y minuciosa, es muy posible que aparezcan reinfecciones. Como ya has podido leer, las esporas fúngicas permanecen durante muchos meses en el ambiente, de forma que es indispensable mantener la limpieza incluso después de que tu perro haya finalizado su tratamiento.
De la misma manera que ocurre con los animales, si algún miembro de tu familia muestra lesiones cutáneas, debería acudir inmediatamente al médico.
A pesar de lo alarmante que puedan sonar las palabras “enfermedad” o “infección”, la tiña no tiene por qué asustarte. ¡Con la ayuda de tu veterinaria/o y una buena dosis de paciencia y amor, tu perro recuperará su salud habitual y estará preparado para nuevas aventuras en un abrir y cerrar de ojos!