La importancia de la desparasitación todo el año
Queremos transmitir la importancia de estar alerta y preparados frente a los parásitos durante todo el año ante los cambios que se están dejando notar y que pueden alterar la calidad de vida de nuestras mascotas.
Cambios climatológicos y desparasitación
El cambio climático suele llevar aparejados inviernos y otoños de temperaturas suaves, lo que puede propiciar que plagas que con el frío quedan latentes, salvaguardando a perros y gatos de infestaciones , se mantengan activas durante semanas e incluso meses fuera de lo previsto.
Otra consecuencia del cambio climático es la extensión de las áreas de influencia de algunos parásitos propios de climas cálidos y que, poco a poco, están viajando al norte.
Hoy en día es frecuente que su periodo se extienda desde casi marzo hasta bien entrado noviembre.
Un buen ejemplo de este problema es la ampliación del área donde la leishmaniasis está activa y constituye un peligro para los perros y gatos. Al transmitirse a través de la picadura de un mosquito, se necesita que este esté activo.
Fiarse al buen o mal tiempo es un error que puede pagarse con la salud de nuestro perro o gato. Desparasitarlo debe convertirse en una rutina que se mantiene durante todo el año.
Cambio de hábitos y desparasitación
Por otro lado, los parásitos han sabido adaptarse perfectamente a la vida en el hogar: una pulga puede iniciar su ciclo de vida perfectamente entre las hebras de tejido de una alfombra. Y desde ahí causar molestias e incluso enfermedades a nuestro gato o perro.
Es también importante señalar que, durante los meses que hemos pasado encerrados por medidas sanitarias frente a la pandemia de COVID-19, especies y animales de vida silvestre han tenido su oportunidad de acercarse a los núcleos urbanos.
Así, zonas antes libres de pulgas o garrapatas , por citar dos de los parásitos más frecuentes, pueden contar ahora con habitantes inoportunos a la espera de infestar a su próximo huésped y convertirse en un peligro potencial para su salud .
Otro cambio viene dado por la movilidad de nuestras mascotas, especialmente los perros: no solo era una tendencia en crecimiento sino que la crisis sanitaria la ha potenciado. Y es que el tipo de turismo y viajes que hacemos suele incluir a nuestro mejor amigo y lo exponemos así a zonas (sobre todo rurales) donde es más fácil que entre en contacto con parásitos.
Por todos estos motivos, no podemos limitar las acciones de desparasitación a los meses de primavera y verano.
Desparasitar con el método RESP
Desparasitar debe ser algo realizado a la medida de nuestro perro o gato, y os resultará mucho más sencillo si, en colaboración con vuestro veterinario, utilizáis nuestro método RESP.
Con estas preguntas tan sencillas, tu veterinario puede evaluar las necesidades de desparasitación
Este método sirve para medir y tomar decisiones. Conforme a las respuestas obtenidas de un test realmente breve, podemos evaluar el riesgo de infestación por parásitos de una mascota.
Las preguntas son las siguientes:
- ¿Dónde vivís con vuestra mascota? ¿Se trata de una zona urbana o de una casa en el campo?
- ¿Tu mascota está siempre dentro de casa o tiene acceso al exterior? ¿Viaja vuestra mascota con vosotros?
- ¿Convive con otras mascotas? ¿Y con personas cuyo sistema inmunológico está comprometido?
- ¿Cuántos años tiene tu mascota? ¿Está esterilizada?
Afortunadamente hoy en día los antiparásitos son muy fáciles de aplicar y causan molestias mínimas a tu mascota (hablamos de sprays, pipetas, pastillas o collares especiales). Si los sumamos a un control constante de su comportamiento y la búsqueda de señales en su cuerpo, podremos tenerlos a salvo de problemas originados por pulgas y garrapatas.
Cómo saber si nuestro perro o gato necesita una desparasitación
Os proporcionamos una pequeña guía que os ayude a saber si vuestra mascota puede estar necesitado de una desparasitación:
- Si se rasca más de lo habitual, o se lame alguna zona, busca rojeces zonas que hayan perdido el pelo y picaduras.
- Observa si tu perro o gato está más inquieto de lo habitual. También si anda decaído o sin energías.
- Controla sus heces y vómitos para detectar presencias extrañas.
- Comprueba que su tránsito intestinal o su respiración son normales.
Ante cualquier signo de alarma después de seguir esta guía, llévalo al veterinario para que valore la posibilidad de facilitarle una desparasitación e incluso un tratamiento. Se trata de un gesto muy sencillo que hará que su vida -y la vuestra- gocen de mayor calidad.