Cómo preparar a tu perro para una cirugía
Contar con un plan para preparar la operación de tu perro, siguiendo los consejos de tu veterinario, será clave para el éxito de la misma y para el bienestar del perro durante la recuperación. Así, estará en plena forma lo antes posible y sin tener que sufrir imprevistos efectos secundarios.
Lo cierto es que tratamos de que nuestros perros lleven vidas largas, sanas y llenas de bienestar y por eso cada vez están más extendidas las cirugías veterinarias.
Algunos tipos de cirugías veterinarias
Las cirugías en perros están a la orden del día: las técnicas avanzan y se intenta que vayan resultando menos y menos invasivas. Ir a la clínica veterinaria para una operación de mascota ya no es algo extraordinario y lo cierto es que algunas intervenciones son muy frecuentes:
- Operación por piómetra: a lo largo de la vida de una perra puede ocurrir que su útero acumule pus. A través de una intervención que suele ser de urgencia puesto que la perra ya presenta síntomas preocupantes y puede derivar en complicadas infecciones. La finalidad es extraer los ovarios y el útero del animal.
- Operación de cadera en perro: muchos perros sufren artrosis, luxaciones de cadera, displasias o fracturas. La artroplastia u operación de cadera para perros soluciona estas situaciones en las que el dolor y la cojera no son asumibles.
- Operación de hernia en perro: las hernias en la región lumbar o cervical pueden causar parálisis y mucho dolor, así que para devolverles la movilidad y la calidad de vida se interviene eliminando el disco que causa la presión en la médula en la mayoría de los casos.
- Extracción de cuerpos extraños del aparato digestivo: aunque puede ser expulsado de forma natural, algunos cuerpos extraños ingeridos por nuestros perros constituyen un verdadero riesgo para su salud y han de ser intervenidos con urgencia.
- Giros de estómago: una de las cirugías en perros más común es la que trata de solucionar la torsión gástrica, que consiste en un giro sobre sí mismo del estómago que lo bloquea, impidiendo que salga o entre nada. Algunas razas grandes de perros son muy propensas a padecer este padecimiento.
- Castración y esterilización: aunque cada vez es más habitual esterilizar sin extraer los órganos reproductivos, aún se practican con frecuencia ambas operaciones en perros.
Consejos para preparar una cirugía de mascotas
La clínica veterinaria para la cirugía canina que escojas te indicará cuáles son las reglas a seguir para que su intervención sea un éxito (y también para que no sufra tanto al estar en el veterinario).
Consejos previos a una cirugía de perro
Antes de pasar a la intervención, existen varias cuestiones que deberías tratar con el veterinario:
- ¿Debe acudir a la operación sin comer? El ayuno preoperatorio en perros suele oscilar en torno a las 8 horas para sólidos y dos horas para líquidos,
- ¿Va a necesitar medicación para el dolor o antibióticos?
- Es probable que te recete medicación para que acuda relajado a la operación.
Consejos para el postoperatorio
Tras la intervención, tu perro será monitorizado para salir de la anestesia y, si fuera necesario, se le administrarían los medicamentos necesarios para seguir encontrándose bien una vez despierto.
Los cuidados postoperatorios para el perro empiezan por vigilar que empiece a comer y beber cuando el veterinario haya establecido, y no antes. Es posible que tras una cirugía para perro con anestesia el animal vomite, por lo que se puede pedir una receta de antiemético con el que empezar a tolerar sólidos y líquidos para su pronta recuperación.
Si detectaras una subida de temperatura, házselo saber a su veterinario. También es posible que a consecuencia de haber estado intubado tenga tos o molestias en la garganta.
También es posible que te pidan estar pendiente de que tu perro orina tras la operación, e incluso puede ser que pierda temporalmente el control sobre su vejiga. Su temperatura también es algo sobre lo que deberías estar informado: un perro en una situación normal presenta entre 38-39º de temperatura corporal.
Administra sus medicamentos para el dolor, en caso de habérsele prescrito, tal y como haya indicado el veterinario. Cualquier otro tratamiento para después de la operación debe proporcionarse durante el tiempo que se haya indicado, sin interrumpirlo ante una aparente mejoría del perro. Tampoco debes saltarte sus chequeos o revisiones.
Seguir todos estos consejos facilita que tras una cirugía en un perro, este no sufra ansiedad cada vez que necesite volver a la clínica veterinaria. Por último, confía tus preocupaciones al profesional del bienestar animal: después de todo la cirugía del perro es la cirugía de un miembro de la familia y es normal estar asustado.
Elabora una lista de preguntas y deja que resuelva tus dudas. De ese modo, te convertirás en el mejor aliado de su recuperación.