¿Convives con un animal geriátrico? te contamos cómo darle un cuidado a su medida
Nuestras mascotas, lamentablemente, suelen envejecer a un ritmo más rápido que nosotros pero, con los cuidados adecuados, en su etapa senior pueden disfrutar tanto o más que cuando eran jóvenes.
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No debemos perder de vista que sus necesidades van a cambiar y, con ellas, nuestras responsabilidades. Es especialmente en este momento, cuando los animales con los que convivimos más necesitan nuestra comprensión, empatía y colaboración.
Afortunadamente, los avances en tratamientos y productos veterinarios han conseguido que nuestras mascotas sean cada vez más longevas, por lo que tenemos cada vez más oportunidades de disfrutar durante más tiempo de su compañía y amor incondicional.
¿A partir de qué edad puedo considerar a mi mascota senior?
Dependiendo de la especie, su etapa anciana llegará en distintos momentos:
- Perros grandes: las razas de perros grandes suelen vivir menos que los pequeños (unos 8 o 9 años), y a partir de los 7 años ya lo podemos considerar anciano.
- Perros pequeños: los perros de menor tamaño pueden prolongar su vida hasta los 12 años sin problema, y a partir de los 10 ya podemos considerarlos senior.
- Gatos: los felinos domésticos son más longevos que los perros, en buenas condiciones pueden cumplir incluso hasta 20 años en los mejores casos, pero su etapa anciana se empieza a contar desde los 8 años.
- Conejos domésticos: en general suelen vivir unos 8 años, aunque con algo de suerte y un humano que lo trate con #RESPET y buenos alimentos su edad puede prolongarse hasta los 10 o 12 años.
¿Cuáles son los signos del envejecimiento en nuestras mascotas?
Los más obvios son la aparición de canas, sobre todo en la zona de la cabeza y especialmente alrededor de la cara. Sus ojos también se vuelven algo más opacos debido al envejecimiento del cristalino y, en general, veremos que su nivel de energía suele bajar y que necesitan descansar más.
Hasta aquí, lo cierto es que a grandes rasgos nuestras mascotas envejecen de una forma muy parecida a la nuestra, pero existen otras señales a las que deberemos estar atentos:
- Pueden experimentar dolor de articulaciones , lo que provocará que se muevan con más lentitud. En gatos, dada su agilidad, es difícil notarlo, pero puedes observar si ya no salta a sus lugares altos favoritos o si hace varias tentativas antes de bajar desde una altura.
- Sus dientes puede que no estén en su mejor momento, por lo que vigilarlos periódicamente será una buena práctica.
- Sus uñas se vuelven más quebradizas y, si sumamos la disminución de la actividad física, puede ocurrir que no las desgasten igual que antes y haya que cortarlas más a menudo.
- Pueden perder oído por lo que, probablemente, si no responden a nuestras señales sea porque no nos oyen y no porque su conducta haya cambiado.
- Puede que sus hábitos de digestión y excreción se vean modificados y tengan alguna dificultad para retener la orina.
¿Qué patologías suelen ir asociadas a la edad en animales de compañía?
La lista es larga, por lo que hemos intentado reunir las más comunes con el fin de que podáis vigilar su aparición o desarrollo:
Será muy importante que el profesional veterinario te asesore en esta etapa dependiendo de la especie de tu mascota.
- Artrosis
- Diabetes
- Cataratas
- Síndrome de disfunción cognitiva
- Tumores
Adoptar y cuidar animales geriátricos: una responsabilidad que vale la pena asumir
Para cuidar mejor a nuestros animales geriátricos, nada como dejarse asesorar por el veterinario. Este profesional nos marcará las pautas de alimentación, ejercicio, higiene y conducta a seguir con nuestras mascota anciana.
Suministrarles la alimentación adecuada para su edad, adaptar los paseos y juegos a sus capacidades o proporcionarles una atmósfera de tranquilidad y afecto, son cuidados sencillos que eno requieren apenas esfuerzo y pueden prolongar su vida o aportarles mayor calidad a sus últimos años.
La convivencia con un animal mayor puede ser tan gratificante como con un cachorro o gatito, y sus niveles de energía se parecen más a los de los adultos, por lo que pueden resultar una magnífica compañía con la que convivir.
Adoptar perros o gatos senior es una decisión que ha de meditarse, puesto que puede que tengan que seguir algún tratamiento y pasen mucho tiempo descansando, pero a cambio de tratarlos con #RESPET, serán capaces de transmitirnos tanta fidelidad y amor como cualquier otra mascota.